“La ciberseguridad se ha convertido tanto en un desafío humano, como en un desafío técnico”

Según el 85 % de los ejecutivos son las vulnerabilidades humanas las que están detrás de las infracciones más perjudiciales y no los fallos de tecnología o procesos.

El error humano está detrás de buena parte de los problemas de seguridad de las empresas.

Así se concluye del estudio Cyber Insecurity: Managing Threats From Within de la Unidad de Inteligencia de The Economist, que lleva el sello de Proofpoint, y que analiza las brechas de datos centradas en las personas de la mano de los propios directivos.

Un 85 % de los ejecutivos encuestados en este estudio asegura las vulnerabilidades humanas, y no los fallos de tecnología o procesos, están detrás de las infracciones más perjudiciales.

Y lo dice gente que ha experimentado al menos una violación de datos en los últimos tres años. Seis de cada diez han llegado a sufrir cuatro como mínimo. Y prácticamente la mitad de los entrevistados ve “bastante o muy probable” acabar enfrentándose a una brecha seria en un plazo de otros tres años. Las consecuencias serían, principalmente, pérdida de ingresos, seguida de la pérdida de clientes y el despido de los trabajadores involucrados.

Ahora mismo un 91 % de los ejecutivos cree que su organización necesita entender mejor cuáles son las medidas de ciberseguridad más apropiadas. Y el 82 % admite que para su consejo de dirección es una prioridad el riesgo de violación de datos.

Ryan Kalember, vicepresidente ejecutivo de Estrategia de Ciberseguridad de Proofpoint, anima a que “las organizaciones adopten un enfoque centrado en las personas en sus estrategias de seguridad”.

“Más del 99 por ciento de los ciberataques dirigidos dependen de la interacción humana para tener éxito”, recuerda. Así que “los equipos de seguridad necesitan saber exactamente quiénes son los objetivos dentro de su organización y por qué, y educar a su personal sobre las mejores prácticas de seguridad”, recomienda.

“La ciberseguridad se ha convertido tanto en un desafío humano, como en un desafío técnico”, termina Kalember.